Más cestos de trapillo

Entre todas las manualidades que hago, el trapillo es una de las que me relaja un montón. Además lo puedo hacer sentada en el sofá, mientras veo la tele (a ratos sólo la escucho), y cómo es muy rápido, en seguida se termina el proyecto que tengo entre manos, con lo que no se me quedan guardados en el armario parados por meses.. 
Además me puedo llevar la labor de paseo.. sí, una vez superados los primeros momentos en los que me llaman abuela y los niños vienen a preguntarme qué hago, es súper agradable estar al aire libre ganchilleando con trapillo.. a mí desde luego a mi edad ya me da igual que me llamen abuela! y desde luego, las labores están muy de moda y yo me siento muy muy a la moda :-P

¿Y a quién no le gusta un cesto de trapillo? 

Este fin de semana fuimos a una casa rural con amigos y me lo llevé, claro. Terminé uno grande que ya llevaba empezado y en seguida tuvo nueva dueña. Y me llegaron peticiones de los más peques, así que me puse manos a la obra, y pude terminar otro. Así que ya hay dos cestos nuevos made in Paula en Madrid y en Zaragoza. Os los enseño.

Y aquí la versión mini, la que se fue a Zaragoza con su más que agradecida dueña, que no lo soltó ni un segundo desde que lo terminé.

El trapillo que he usado lo compré en la feria Creativa de Valencia que fui con mi amiga Blanca allá por abril. Nos compramos las dos unos cuantos ovillos, de una calidad bastante agradable. La marca de estos ovillos es Trap-art, y tenían unos colores chulísimos.

Yo no sé si es del todo ortodoxo, pero me gusta que quede muy apretado el punto, así que aunque cunde menos el ovillo, suelo poner el trapillo doble (si no es muy gordo claro) y uso un ganchillo del 12!

Si queréis ver otros proyectos que he hecho con trapillo podéis daros un paseo por aquí.

Paula